Lo personal es político

Lo personal es político es una frase  acuñada por Kate Millet una de las pensadoras más influyentes en el feminismo radical con su libro Política sexual.
Para saber cómo Millet llega a esta frase tenemos que hacer un análisis del estado de las luchas sociales en los sesenta.

El feminismo radical nace en los sesenta como un movimiento que se centra en el análisis de las relaciones entre mujeres y hombres. Será un nuevo movimiento ya que se desvincula del feminismo liberal-reformista que pretende incorporar a la mujer en el sistema capitalista y a su vez se desvincula de la izquierda ya que esta pensaba que los problemas de las mujeres se solucionarían con la caída del capitalismo, así que no le dieron importancia a las reivindicaciones feministas.
Nace así el concepto de patriarcado para poner nombre a la estructura de relaciones de poder a todos los niveles (desde el estado hasta la pareja). Se empieza a tratar también la violencia machista como parte de la política de este sistema.
A su vez da comienzo el movimiento negro o el movimiento de descolonización en Europa.
Se comienza a reivindicar el derecho al aborto y a la libertad de información anticonceptiva, comenzamos a luchar por el derecho de ser las dueñas de nuestros cuerpos.
Se transforma el concepto de género que distingue entre los aspectos socio-culturales y los biológicos (sexo).
Comenzamos a considerar la sexualidad como construcción política creándose una crítica entorno a la sexualidad. Nace el feminismo lesbiano que trae mucha controversia ya que algunas teóricas (Monique Witting) consideran que las lesbianas no entran en el concepto de mujer ya que este existe en razón al concepto de hombre y al no crear las lesbianas una relación heterosexual no las considera mujeres.
Así, ante toda esta diversidad nace una nueva polémica, el colectivo femenino es plural por lo que no solo existen relaciones de explotación entre sexos sino que también entre las mismas mujeres.

Así volvemos a la consigna lo personal es político a la que Millet llega haciendo un análisis del patriarcado, un sistema con una enorme capacidad para adaptarse a cualquier sistema en cualquier época.
Utiliza la idea política para referirse a las relaciones que se establecen desde el poder con la finalidad de que el grupo dirigente mantenga el control.
Así que su análisis se basa en la idea de que, en el ámbito privado se desarrollan las relaciones de poder que están en la base del resto de las estructuras de dominación.

En resumen, según esta nueva consigna, si nos paramos a analizar nuestras relaciones personales -nuestras relaciones sexuales, familiares, interpersonales, incluso nuestra forma de vernos a nosotras mismas- encontraremos en ellas relaciones de poder, es decir veremos que todo lo que ocurre en el ámbito de nuestra vida privada puede tener una reivindicación dentro del ámbito de lo político.
Es por eso que esta consigna nos ayudará a llegar al feminismo transversal que intenta analizar todas las opresiones que puede sufrir una mujer en el ámbito de lo personal para darle acogida y voz en el ámbito de lo político. Este es un feminismo que rechaza racismo, capacitismo, lgtbfobia, especismo, clasismo...
Pitusa

Comentarios

Entradas populares