"¿Y no lo has denunciado?"

Me suele pasar cuando cuento a alguien que sigo viendo a mi primo que se sorprende mucho y me pregunta cómo he sido capaz de no denunciarle. Han llegado a decirme que si no lo denuncio no tengo derecho a quejarme porque no estoy haciendo nada por solucionarlo, así que vengo a contaros por qué esta actitud es la peor que podéis adoptar, por qué esto nos hace sentir una mierda, por qué aunque creéis que nos ayudáis solo nos hacéis daño. (Y antes de seguir deciros que esto se puede extrapolar a cualquier agresión machista, no solo a violaciones)

¿Por qué no denunciamos?
Las mujeres que hemos sido victimas de abusos sexuales no denunciamos por muchos motivos. Lo pimero es la ley del silencio esta sociedad patriarcal nos dice que tenemos que estar calladas, que si hablamos se nos culpara, se nos denigrará, se nos cuestionará, en resumen se nos hará daño.
Se presenta también el miedo a que no consideren nuestra agresión una violación y con esto me refiero a todas esas violaciones que no siguen el prototipo de: señor desconocido en callejón que me arranca la ropa y me penetra con su pene.
Quiero decir que las demás situaciones que suponen una violación necesitan ser visibilizadas porque, que tu novio te obligue a tener sexo, que un hombre te toque por la calle, que tengas sexo con alguien para que deje de insistir, que te masturben sin tu permiso, que te roben un beso, que realicen cualquier acto sexual cuando tu no eres plenamente consciente... en resumen, que cualquier acto que suponga un contacto carnal en contra de tu explícita voluntad -lo cual quiere decir que si no es un si es un no- es una violación.
Otra cosa que nos para es el miedo a la reexperimentación porque cuando pones una denuncia tienes que contarlo todo de una forma muy detallada, lo cual -muy probablemente- te hará sufrir una reexperimentación (que por si no lo sabéis es uno de los síntomas del trastorno por estrés postraumático).
También está el hecho de no estar preparadas para que lo sepa todo el mundo. Si denunciamos es muy probable que la gente de nuestro al rededor lo sepa, porque tendremos que contratar abogados, necesitaremos apoyo emocional, necesitaremos testigos y muchas cosas para lo que es importante contar con las personas de tu entorno. Amigues, familia, compañeres... muchas no estamos preparadas para que muchas personas de nuestro entorno lo sepan.
Nos da miedo hacer el esfuerzo de denunciar y que nos digan que el delito a prescrito y no pueden hacer nada porque, como supongo que sabréis, los delitos sexuales prescriben.
Los delitos prescriben en función de los años de condena que recibe el acusado. Es decir si la condena es de 10 años el delito se considera prescrito a los 15 (en el caso de los abusos a menores los años de prescripción comienzan a contar a partir de que el denunciante cumple 18 años). Los delitos sexuales suelen prescribir entre los 15 y los 20 años.

¿Por qué esto nos hace sentir tan mal?
Nosotras somos conscientes de las consecuencias de nuestra no denuncia y pensamos mucho en ello. Sabemos que por nuestra culpa es muy probable que otra chica esté sufriendo abusos ahora.
Nos sentimos culpables, sentimos que es nuestra obligación advertir de los agresores sexuales que hay por las calles, sentimos que es nuestra obligación evitar que se vuelvan a dar esos abusos.

¿Entonces como puedo ayudar a una agredida?
Puede ayudar que te intereses por como se siente, si necesita ayuda o apoyo de algún tipo. Siempre lo mejor es preguntarle a la otra persona qué necesita -y recordad que si está sufriendo un ataque de ansiedad o de pánico las preguntas tienen que poder responderse con "si" o "no"- y ofrecerle tu apoyo siempre que te sea posible -no sacrifiques tu salud mental por la salud mental de otra persona o no conseguiréis nada-.
Si alguna vez la persona agredida se siente preparada para denunciar será ella quien se acerque y te lo diga, en ese momento sigue ofreciéndole todo tu apoyo y ayuda. No es un proceso fácil, ni corto, ni agradable, necesitará mucho apoyo.

Para terminar me encantaría deciros algo.
Es cierto que puede parecer que es nuestra obligación evitar más abusos sexuales pero, realmente a lo único que deberíamos sentirnos obligadas es a cuidarnos y a querernos, tu no tienes la culpa de que alguien decidiera hacerte daño, así que tampoco es tu responsabilidad denunciar nada.
Por favor compañeras, ayudadnos a curarnos, ayudadnos a recuperar nuestro amor propio y quizá así algún día tengamos el valor para romper la mordaza y gritarle al mundo que el chico que está sentado con nosotres en la mesa me violó.
Pitusa

Comentarios

Entradas populares