"No es machismo, es biología"

"Las mujeres sois más débiles y esto no es machismo, es biología"
Y si yo llego ahora y os digo que sois unos machistas, que la biología es machista, que quizá habéis vivido engañados por el sistema patriarcal que todo lo controla y todo lo vigila.

El otro día leyendo "El género en disputa" de Judith Butler recordé una de las cosas que más me rondaba la cabeza cuando era una estudiante de ciencias en el instituto. ¿Hasta que punto los resultados de los estudios biológicos se contrastan con imparcialidad y teniendo en cuenta el factor social de los seres humanos?

En aquel tiempo yo no tenía ni idea de lo que era el feminismo, pero aún así me preguntaba hasta que punto podían ser ciertas esas consignas de que las mujeres somos más débiles.
Dándole muchas vueltas y gracias a mi profesora de filosofía llegué a la conclusión de que el problema es que los estudios biológicos (en su mayoría) no se suman a un estudio antropológico y sociológico, por lo que es muy difícil que las conclusiones que se dan a los resultados no sean reales.

Por eso, hoy me decido a escribir una entrada hablándoos de esa ciencia en la que tanto os gusta escudaros para hacernos menos, esos números que os encanta soltar o ese pasado antropológico que interpretáis como os da la gana.

Voy a empezar hablándoos de antropología y para ello empezaré con nuestros colegas los neandertales. 
Según la antropóloga Fraçois Hèritier hace 750000 años nuestros antepasados tuvieron algo que ver con el hecho de que ahora las mujeres seamos más pequeñas y débiles. Según ella, en esta época los hombres se encargaban de la caza en su mayoría, ya que las mujeres, al ser las que daban a luz, eran las encargadas del cuidado de les hijes. Por este motivo, cuando se hacía el reparto de la carne se daba a los hombre las partes con más proteínas (necesarias para el esfuerzo físico que suponía la caza) y a las mujeres las partes con menos. Es así como la presión de selección hizo que las mujeres que necesitaban menos proteínas para vivir (las más pequeñas y frágiles) sobrevivieran, eliminando del mapa a las mujeres con más fuerza.
Así que, permitiéndome analizar un poco más estos datos, se puede decir que la culpa de todo la tuvo esa asquerosa manía de asignar a la mujer el cuidado de les niñes.
"Salió de tu coño así que es cosa tuya."

Bien, hablemos ahora de medicina, de la importante repercusión que ha tenido esta en el desarrollo, físico, psicológico e incluso social de la mujer.
Para hablar de medicina y de mujer tenemos que hablar de ginecología esa rama que se encarga de las enfermedades propias de las mujeres (esto es según la RAE porque realmente no se encarga de las mujeres si no de las personas con vagina, pero ya sabemos como es la RAE).
Esta rama de la medicina toma una importancia vital para la mujer en los siglos XIX y XX. El ginecólogo se convierte en el "gurú" de la existencia femenina.
En esta época se declara a la mujer "cuerpo patológico" es decir, que por el hecho de tener vagina ya eres una persona propensa a la enfermedad. Pero claro chicas, como no nos va a considerar un hombre cuerpo patológico si sangramos todos los meses, nos duelen los ovarios y ¡nos salen personas del coño!
Se relaciona toda enfermedad femenina, ya sea física o psiquica, con el órgano reproductor. Se inventan (porque esto no puede tener ninguna base científica) la teoría de que, si la mujer desarrolla algún órgano más que otro podría afectar a su órgano reproductor, así que la mujer no puede hacer ejercicio, leer demasiado, trabajar... básicamente no puede hacer nada porque si no no podrá tener hijos (que es la misión de toda mujer como ya sabemos), tendrá problemas menstruales o incluso podrá desarrollar histeria o epilepsia.
Se considera la masturbación como síntoma de enfermedades psiquiátricas al igual que el sexo en exceso. Se comienzan a realizar ablaciones en psiquiátricos de EEUU e Inglaterra. En España, gracias al doctor Miquel A. Fargas Roca solo nos dan descargas eléctricas y nos quitan trocitos de cerebro.
Se inventan la enfermedad esa de la histeria femenina que era básicamente el cajón desastre donde meter a toda mujer que no se sabía muy bien que tenía.
Curiosamente, la cura para esta enfermedad era masajear el clítoris, por lo que gracias a esta enfermedad nació el vibrador. (Os recomiendo una película muy divertida e ilustrativa: Hysteria de Tanya Wexler )
¿Necesitáis más datos para ver el daño que nos han hecho y nos hace la ciencia a las mujeres?

Pues bien, por si no estáis contentos con esto vamos a desmentir el gran mito. "Los hombres somos mejores en deportes porque somos más fuertes"
Ya hemos visto antes, basándonos en un pasado antropológico el porqué los hombre sois más grandes, pero esto no quiere decir que nosotras no podamos llegar a ser como vosotros.
Desde que somos niñas nos dicen que el deporte no es femenino (a no ser que sea gimnasia rítmica, natación sincronizada... o cualquier deporte que tenga, en cierto modo un lado artístico). 
Si aún así, consigues derivar todas las barreras que te ponen los prejuicios de que si haces ejercicio eres una marimacho, etc. Tendrás que superar la barrera de que, NUNCA SERÁS TAN FUERTE COMO UN HOMBRE. Nos repiten estas palabras hasta la saciedad, de forma directa e indirecta, así que finalmente te crees que no podrás llegar y te contentas con ser más fuerte que tu contrincante femenino. 
Pues bien mujeres deportistas del mundo, tengo una noticia. Podemos llegar a ser tan fuertes como ellos.
Desde que el feminismo llegó a nuestras vidas, los records entre hombres y mujeres se han ido acercando más, las mujeres somos cada vez más fuertes, mientras que los hombres siguen avanzando al mismo ritmo.
Y qué tal el tema de que como los hombres tienen más testosterona desarrollan con  más facilidad los músculos. 
Es cierto, la testosterona ayuda a desarrollar mayor potencia muscular pero, con una prueba simple se pudo demostrar que es posible conseguir con ejercicio lo mismo que con fuertes chutes de testosterona.
Se hizo una prueba con dos grupos de varones. El primero tomó esteroides obteniendo cinco veces más de testosterona que el segundo que se dedicó a hacer ejercicio. Al cabo de diez semanas, ambos tenían la misma fuerza, por lo que una mujer, haciendo mucho ejercicio podría conseguir lo mismo que un hombre (fuente: Feminity, Sports and Feminism. Developping a Theory of Physical Liberation )
Es cierto que necesitaremos más esfuerzo pero, si eliminamos el machaque psicológico al que nos someten y nos esforzamos, la biología nos dice que podemos conseguirlo.

Y ya termino diciéndoos que vivimos en un sistema patriarcal, por lo que cualquier teoría que se haya desarrollado en él esta cargada de machismo. Es muy importante desarrollar una mente crítica y capaz de discernir si algo es real o no, es muy importante hacerse preguntas y cuestionarselo todo hasta encontrar una respuesta que, teniendo en cuenta todos los factores posibles, sea más real.

Pitusa

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