Me gusta el sexo duro y me siento mal por ello

En esta sociedad nos han enseñado cuales son las practicas sexuales "permitidas". Debe haber contacto visual. No se practica sexo oral en la primera cita. Solo tendrás sexo anal con tu pareja. Solo con la luz apagada... y esto solo son un puñadito de las normas no escritas que debemos seguir en el sexo. El problema es que nos han enseñado que debemos ser sumisas esperando que el hombre (porque por algo es hetero-patriarcado) sea cariñoso, nos trate con caricias, mimos y nos susurre que nos quiere antes de correrse.

El feminismo ha analizado estas normas impuestas por el hetero-patriarcado y nos ha hecho conscientes de ellas, hasta ahí bien, pero el problema surge cuando el feminismo me impone otras normas. Ahora no puedes realizar ninguna practica que implique sumisión, nada que pueda entenderse como que es una influencia hetero-patriarcal porque si lo haces serás una esclava del sistema.

Me encanta el sexo duro y la sumisión y ahora me siento mal por ello, se que en mi placer hay una influencia patriarcal pero, vivimos en una sociedad patriarcal por lo que todas nuestras decisiones tienen este trasfondo. Es muy difícil por no decir imposible desvincular por completo nuestras decisiones del sistema patriarcal. Para ejemplificar con un tema mucho más tratado hablemos por un momento de depilación. El sistema nos dice que debemos depilarnos para ser bonitas. El feminismo nos hace conscientes de la influencia patriarcal de la depilación y nosotras decidimos no depilarnos, por lo que me pregunto si lo hacemos porque nos gustamos con vello o por activismo político y, lo mismo cuando te depilas siendo consciente de esta influencia patriarcal, ¿lo hacemos porque nos gustamos sin vello o porque seguimos estando bajo la influencia del sistema?

En los últimos meses me he dado cuenta de que mientras estoy follando quiero más intensidad, mucha más, necesito un poco de violencia y es que he notado que el placer y el dolor se encuentran separados por una línea muy estrecha. El ejemplo más palpable lo encuentro en mis orgasmos, después de un rato de gran placer este se convierte en una hipersensibilidad dolorosa. Así que apliquemos aquello de que el orden de los factores no altera el producto. Un poco de dolor hace que llegue antes al momento de placer. 
No me atrevería a llamar a esto BDSM ya que simplemente me gusta que el sexo sea un poco más intenso y que la otra persona lleve la batuta (sea cual sea su género). Me gusta que me digan qué hacer, que no me dejen hablar o moverme, me gusta ese momento de sumisión en mi vida. ¿Quiere decir esto que me guste sentirme sometida en todo momento? pues no, ¿quiere decir esto que la persona que me somete me da órdenes por encima de mis deseos? nuevamente no. No he encontrado entorno sexual más seguro que el de mi sumisión ya que esta se delimita a gusto de todas las personas implicadas en la acción.

He descubierto esto en los últimos meses y me siento muy mal con ello, ya que por mi pasado, no solo me plantéo si mis deseos vienen influenciados por el patriarcado (cosa de la que estoy segura) si no que también me pregunto si estoy influenciada por mi infancia de abusos y si es así, me pregunto si quizá una deconstrucción mayor o más terapia sexual harían que estos deseos desaparecieran en mi.
Me siento mal porque nadie ve con buenos ojos que me guste esto, unos dicen que está mal porque una mujer no debe someterse, y otros dicen que está mal porque es una parafília. 
Me siento mal porque me da la sensación de que es un crimen hacer lo que quieras en la cama, mientras las personas implicadas estén de acuerdo con lo que se practica, qué importa.

Después de todo esto solo quiero hacer un llamamiento a la cordura. Vivimos en un sistema hetero-patriarcal por lo que todas nuestras decisiones están influenciadas por este, tanto si haces lo que el sistema dicta como si haces todo lo contrario, por lo que quizá la clave sea analizar lo que hacemos, ser conscientes de la influencia patriarcal y seguir con ello siempre y cuando no dañe a nadie.
Pitusa

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