El armario es para la ropa

Imagen tomada de Pinterest.

Todes hemos tenido miedo de que en nuestro armario viviera un monstruo dispuesto a comernos cuando éramos pequeñes. En el armario metíamos nuestros temores, todas esas cosas malas que nos asustaban, y lo cerrábamos con llave para poder dormir tranquiles.

Sin embargo, crecimos, nos hicimos mayores y nuestros miedos siguieron guardados entre bolitas de naftalina. Aquello que no queríamos decir, ni reconocer, ni sentir como nuestro porque era algo extraño, fuera de lo común, a lo que les demás no estaban acostumbrades.

Yo me he escondido en armarios mucho tiempo, pero esto se ha acabado. No soy ningún monstruo, ningún miedo que ocultar.

No, yo soy Carla.

Soy Carla y soy demisexual. No me gusta ni soy capaz de relacionarme con personas con las que no tengo algún tipo de vínculo emocional.

Soy Carla y soy genderfluid. Por lo general no siento que pertenezca a ningún género y cuando me encuentro mal me hago misgendering a mí misme, tratándome en femenino.

Soy Carla y soy poliamorose. No me concibo a mí misme queriendo a una única persona, no soy capaz de concentrar mi amor en un solo punto. Y sí, tengo novio, pero también tengo novie, y les quiero a les dos con locura.

Soy Carla y tengo trastorno límite de personalidad. Me paso días sin salir de casa, tiendo a alejar a todo el mundo, puedo cambiar de estado de ánimo cada cinco minutos y ya van tres veces que me intento suicidar.

Soy Carla y también soy todas esas cosas. Demisexual, genderfluid, poliamorose y enferme mental. Y si escribo esto es porque también soy una persona cansada de esconderse. A partir de ahora, en mi armario solo habrá cabida para jerseys y vestidos, pero nunca más para mí teniendo miedo de ser yo.

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