Tacones rotos

Decides "arreglarte" para salir una noche a tomar algo. [Arreglarte entre comillas porque No estas rota] Llevas un vestido por encima de la rodilla (algo que todos considerarían corto) escote palabra de honor y unos buenos tacones.
Vas andando camino al bar donde has quedado con tus colegas. Una mano en la parte de abajo del vestido por si se levanta con el viento (nadie quiere que se te vea la ropa interior) con la otra mano vas dando tironcitos a tu palabra de honor (nadie quiere que se te vean las tetas) y todo esto acompasado con unos pasos firmes pero sensuales con tus enormes tacones.

Si sois chicas quizá os suene esta escena. Si no la habéis vivido al completo, alguna de las partes seguro que si.
Incorporamos a todo lo incomodo de la escena que el sujetador que te pones con ese palabra de honor es sin tirantes, lo cual implicará marcas en tu piel por lo ajustado del mismo. Los tacones te destrozan los pies y estas deseando sentarte para poder olvidar ese dolor y el tener que pensar cada vez que te sientas, te agachas o andas en que debes proteger tu culo y tu coño para que no se vea te destroza toda la fiesta.

Os preguntareis (o quizá no) ¿Si todo eso es tan incomodo, por qué os ponéis esas cosas cuando queréis poneros guapas? Pues bien, os explico. Lo primero las expresiones "arreglarse","ponerse guapa" y derivados, mejor dejarlas. No estoy rota y no necesito ponerme guapa porque ya vengo preciosa de fábrica. Segundo, nos ponemos todas esas cosas porque la sociedad nos ha enseñado que así es como debemos vestir si queremos sentirnos bien con nosotras mismas. Y tras esta afirmación llega la pregunta más difícil ¿Por qué la sociedad impone que todas esas cosas, tan incomodas, son las necesarias para hacer que las mujeres se sientan bien? Pues bien queridos lectores, aquí llega el punto álgido.
Desde siempre la sociedad patriarcal a querido que las mujeres no podamos llegar a una autonomía completa. El momento en el que se dieron cuenta de que comenzábamos a luchar por nuestros derechos comenzaron a dar concesiones pero, daban con una mano y nos quitaban con la otra. Sin abandonar el terreno de lo estético dieron concesiones como, abandonar las faldas largas que dificultaban nuestra movilidad pero a cambio comenzaron las faldas de tuvo (que no te dejan correr o dar pasos largos) y las faldas cortas que llevan todo lo mencionado en la escena anterior. Nos liberamos de los corsés que no nos permitían los movimientos libres y destrozaban nuestros órganos internos y, a cambio nos dieron sujetadores que oprimen nuestros pechos y nos dañan la piel...

Pensad en esta situación. Vais andando de vuelta a casa con una amiga. Ella lleva tacones y vestido. Pasáis por un callejón oscuro y ella verbaliza su miedo (si, ese miedo que toda mujer tiene a ser acosada, violada en medio de la noche) "Si ahora mismo vienen a violarnos yo no podré correr y seguro que tu me dejarás tirada, tu si puedes correr..." Contadme ¿qué os hace pensar esta situación, cómo os hace sentir, qué haríais, qué diríais?
Los comentarios quedan abiertos si alguien quiere compartir sus pensamientos.

Hasta la victoria compañeras
Pitusa

Comentarios

  1. "Nadie nos hará daño, compañera. Tus pies corren mejor descalzos que con cualquier deportivo. Dame uno de tus tacones, quédate el otro, y se lo clavamos en los ojos y en los huevos a cualquier cabrón que intente hacernos daño. No te dejaré sola, no me dejarás sola, usemos lo que nos destroza los pies como arma contra los que nos imponen calzarlo". Algo así diría ��

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