Una gran mujer alienada


Esta mañana he ido a nuestra casa de la playa a limpiar, fuimos mi hermana, mi abuela y yo. Mi abuela como siempre nos cuenta sus historias de cuando era niña, historias que hemos oído mil veces pero que yo sigo escuchando con un interés sobre humano.

Mi abuela nace como la pequeña de una familia de 9 hermanes. Son 5 hermanos y 4 hermanas. Su familia es una familia huertana, tienen tierras para arar, tienen pollos, vacas, leche, huevos, cerdos...
Mi abuela acude a la escuela unos escasos 3 años, lo suficiente para aprender a leer, escribir, las operaciones básicas y los ríos de España.
Hoy nos contaba que ella nunca quería salir de la escuela porque salir de la escuela significaba tener que trabajar y que ella no quería trabajar. Nos dice que en ese momento no quería hacerlo pero que ahora entiende que gracias a eso su familia no se murió de hambre en una época de posguerra precaria en que las mujeres ofrecían días completos de trabajo recogiendo patatas por poder llevarse a casa un puñadito de estas. (Aunque su padre siempre les daba un buen saco)

Con 9 años es sacada de la escuela y sus neidres la obligan a ir a Valencia (nosotres somos de Murcia) sola para cuidar de su hermana mayor embarazada tras casarse con un militar valenciano. Pasa unos años allí con su hermana. Nunca volverá a la escuela.

En su infancia y preadolescencia, trabajará en el campo, con los animales,en una fabrica de aceite, como panadera, como lechera y, sobre todo trabajará en casa por y para los hombres de la casa. Hoy mi abuela, mientras nos contaba ha dicho "Y eran 5 hombres para, cada vez ,menos mujeres porque, al final nos casábamos y nos íbamos de casa de nuestros padres"
Los trabajos que ellas tenían que hacer eran: lavar la ropa (aún no teníamos agua corriente y se lavaba a mano en una acequia o con agua del pozo), planchar (ardua tarea debido a que la plancha era de carbón y toda la ropa era de algodón), preparar 4 comidas diarias (porque a los trabajadores del campo hay que prepararles almuerzo), cuidado de hijes, nietes, sobrines... y todo esto intercalado con el cuidado de los animales y las labranzas del campo cuando era necesario.
El trabajo de los hombres era: trabajar en el campo. FIN.

Mi abuela nunca entendió que un hombre pegara a una mujer porque, en palabras de su boca "que me de él que seguramente se llevará un golpe más fuerte". Pero mi abuela no entiende servir una mesa empezando por las mujeres, los hombres se merecen el mejor plato de comida y, si cuando se llega a repartir la comida a las mujeres no queda, no importa porque, "ya comeremos otra cosa". Pero mi abuela no entiende que un hombre se levante después de comer y ayude a recoger la mesa. Hay muchas cosas que mi abuela no entiende pero poco a poco va entendiendo que ella no debe ser la esclava de nadie aunque, al llevar tan arraigado su papel de mujer sumisa y obediente solo se siente útil, importante cuando trabaja por y para el bienestar ajeno. Yo la conozco, es una culebrilla de culo inquieto, estoy segura que si se hubiera educado en una sociedad no patriarcal, ella no pensaría así.

Con 15 años conocerá al hombre que unos meses después será su marido. Mi abuela se casa de negro ya que, tras ser denegada la petición de mano los enamorados decidieron escaparse. Mi abuela se casó con un anarquista madrileño que no dejaba a sus hijos asomarse al estante superior de un armario por miedo a que encontraran sus banderas de la CNT. Mi abuela se casó con un hombre que nunca permitió que se levantara la mano ni a su mujeres ni a sus hijes. Mi abuela tuvo la suerte de poder salir del sistema patriarcal que era su casa de huerta aunque, en ella queden muchos resquicios de esa infancia robada por la servidumbre.

Mi abuela se ve con 22 años, con 3 hijes y con un marido (el único que traía dinero) en la cárcel. Mi abuela no sabe si mi abuelo volverá vivo. En la semana que mi abuelo pasa en prisión mi abuela se busca trabajo. Cuando mi abuelo vuelva a casa mi abuela seguirá trabajando.

La construcción del colegio público del pueblo de mis abuelos estará en manos de mi abuelo. Mi abuela solo piensa en que sus hijes puedan ir a la escuela. Años más tarde se sacará el carnet del coche (una de las primera mujeres en hacerlo) para poder llevar a sus hijes a un colegio mejor.

Mi abuela no es ni fue una luchadora activa por los derechos de la mujeres pero, se nutrió de ellos y ayudo a toda mujer que se acercó a su puerta pidiendo ayuda. Mi abuela fue un ejemplo de sororidad del que me siento muy orgullosa. Ella luchó por su vida y por su libertad. Mi abuela sigue estando alienada pero, se que dio y da pasos se que ella sigue intentado deconstruirse un poco cada día.

Es una mujer alienada que solo necesita ayuda para darse cuenta de su situación.
Las mujeres no son machistas las mujeres están alienadas.
Pitusa

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