Porque me sale del coño.


Con doce años me tocaron por primera vez las tetas, y me gustó. No sé si fue ahí cuando cambiaron las cosas, o si ya venían de antes o vete tú a saber; pero recuerdo ese día como si fuera ayer. Recuerdo la ropa que llevaba, donde estaba y casi puedo oler el momento.

Creo que me he comido un cacho. Antes de eso siempre fui la “fea” de mis amigas. Era la rara, la gorda, la de las gafas anticuadas que no sabía vestir. Y de repente cambié. Empecé a adelgazar (por no comer, no por obra divina, quede claro) y a desarrollar (si a lo que me pasó a mí se le puede llamar así) y de repente (tachán!) los hombres se fijaron en mi.


Para los catorce ya había tenido un par de rolletes y algún novio, nada a resaltar. A los catorce “perdí la virginidad”. Debo decir que me encanta ese concepto (nótese la ironía). ¿Dejé de ser virgen? ¿Deje de ser inmaculada, casta y pura? ¿Qué me tocaran las tetas no es sexo? ¿Todo lo que había hecho hasta ese día no era sexo?
No sé, el caso es que tuve mi primera relación sexual en el sentido más hipertradicional de la palabra, es decir, con penetración.

Y a partir de ahí tuve muchos nombres más. Fui puta, zorra, guarra, adelantada; y otros muchos adjetivos agradables que podéis imaginar. Sólo porque me gustó. Porque lo hice, me gustó y quise repetir.
Desde aquella he tenido que soportar todo tipo de comentarios, de valoraciones. Porque una mujer que se respete no se acuesta con desconocides. Una mujer que se respete no lleva métodos de protección en la cartera. Una mujer que se respete no debe admitir que le gusta el sexo, los intercambios de pareja o el BDSM. No debe, no puede.

Se ve que practicar todo el sexo que te apetezca y cuando te apetezca está mal, muy mal.
Incluso si lo hago sola, en mi casa, conmigo misma, también está mal.
Incluso si un día no me apetece y no quiero, también está mal.
Incluso para les que no quieren hacerlo nunca, peor.
Incluso para les que quieren varias veces al día; mal, MUY mal.

Porque ser mujer y ser libre sexualmente parece ser lo peor que le puedes hacer a esta sociedad, es un escándalo.

Porque si follamos mucho somos unas zorras y si no follamos unas estrechas, y lo siento (bueno, no) pero nuestros coños y pollas no van a seguir vuestras normas.



Disfrutar de nuestra sexualidad de una forma LIBRE Y SANA es un derecho que jamás nos podrán arrebatar. 

Así que follad mucho o poco, o nada, pero hacedlo porque así lo creéis mejor.

Cohen

Comentarios

  1. Gracias Cohen. Mucha razón, es muy injusto ese trato, sobre todo porque solo es con vosotras y eso lo hace aún más injusto.

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares